Generalidades de la Automatización de Edificios Inteligentes:
Conseguir las condiciones de confort deseables en cualquier espacio ocupado por personas y, en su caso, equipos o bienes delicados, lleva consigo combatir las cargas térmicas recibidas (exterior) o generadas (interior) en el mismo, y asimismo, controlar la humedad y la calidad del aire dentro de los márgenes aceptables y reglamentarios. Éstos son los objetivos de la climatización, concepto que comprende los tratamientos necesarios, sea cual sea la época del año (calefacción-enfriamiento-ventilación-
) para alcanzar los parámetros y magnitudes establecidos para cada situación.
Para plantear y resolver adecuadamente cualquier proyecto de climatización hay que contemplar dos conceptos distintos pero que se necesitan mutuamente:
El primero se basaría en el acondicionamiento pasivo:
Consistente en dotar al espacio a tratar de buena orientación, cerramientos con gran nivel de aislamiento térmico y capacidad de control de la radiación solar.
En las soluciones arquitectónicas, de composición y constructivas de cualquier edificio, es fundamental elegir criterios y materiales que tengan presentes estos planteamientos.
El segundo concepto sería el del acondicionamiento activo, consistente en adoptar los sistemas, aparatos e instalaciones adecuadas a cada caso, a modo de traje a medida.
Éste es el razonamiento, que en este concepto, estarán incluidas las máquinas, generadores, unidades de tratamiento de aire y elementos de difusión, redes de fluidos, aparatos de regulación
El dimensionado de una instalación activa será tanto más ajustada, equilibrada y económica, cuanto mejor se haya resuelto el tratamiento pasivo, de ahí su importancia.
Existen gran cantidad de aparatos y sistemas para dar respuesta a los distintos casos que se pueden presentar al proyectar una instalación de climatización: equipos autónomos, equipos partidos, sistemas centralizados todo aire, sistemas aire-agua, sistemas de expansión directa, suelos y techos radiantes, cualquiera que sea la solución debe elegirse atendiendo a dos criterios fundamentales: Dimensionado, para contrarrestar las cargas térmicas y conseguir las condiciones ambientales deseadas.
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